Muchas publicaciones universitarias exigen que memorices grandes cantidades de datos. Recordar una sola clase puede ser difícil, pero puede ser aún más difícil si tienes varios niveles. A menudo, los estudiantes universitarios creen que no tienen una gran memoria sobrenatural. Afortunadamente, la memorización no se limita a un grupo selecto de personas nacidas con los talentos necesarios; cualquiera puede aprender a recordar y mejorar su memoria.
Los memorizadores competitivos afirman que practican tácticas de visualización. Y el empleo de pistas de reminiscencia les permite comprender grandes cantidades de datos a alta velocidad. Según estudios estadísticos de la Universidad de Oxford , los estudiantes que aplican técnicas de memoria superan en promedio de calificaciones a los que ahora no lo hacen. Las técnicas de memorización permiten mejorar la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo. En definitiva, conducen a un mayor conocimiento y a un pensamiento (a menudo) mejor informado. Continúa leyendo si quieres aprender diferentes técnicas de memorización para ayudarte en la escuela.
¿Qué es exactamente la memorización?
Empecemos con una definición de memorización. El Diccionario Cambridge lo define como «el acto o proceso de aprender algo para que recordarlo». Y recordar es una habilidad vital en la vida. Nuestro cerebro se deteriora a medida que envejecemos. Se vuelve más crucial recordar información, aprender nuevas habilidades o incluso comprender. La memorización es una estrategia excelente para mantener nuestros cerebros ocupados y posponer los inevitables cambios neuronales a medida que envejecemos. No sé ustedes, pero odiaría ser una de esas personas mayores que no pueden recordar su número de teléfono o dirección. Así que quiero hacer especial hincapié en que captéis el proceso de la memoria. Primero, déjame aclarar.
Técnicas para la memorización verbal:
Si no estás seguro de si eres una persona verbal o visual, pregúntate lo siguiente: ¿preferirías leer las instrucciones o que alguien te enseñe cómo se hace algo? ¿Tienes buena memoria para las letras o un buen dominio del inglés? Si respondiste que sí, lo más probable es que te beneficies más de las estrategias de memorización verbal que se enumeran a continuación.
Cántalo:
Imagina esto: estás redactando un trabajo para clase, cuando empieza a sonar una canción en la radio que no habias escuchado en años. Subes el volumen y cantas, recordando cada palabra. Si esto te ocurre en alguna ocasión, quiere decir que ¡tus almacenes de recuerdos a largo plazo están bien ajustados! Mientras memorizas material, puedes aprovechar la energía de las canciones y melodías a tu favor. Inventa un tintineo o pista pegadiza en tu cerebro y convierte temas aburridos o difíciles en canciones divertidas.
Enfoque de construcción
Como su nombre lo indica, esta técnica te permite aprovechar los conocimientos previos. Vínculos y conexiones para ampliar su experiencia y comprensión de un tema. La clave de esta estrategia es estudiar los hechos en lugar de memorizarlos y conectarlos a la red lógica. Supongamos que tienes que hacer un trabajo de historia y parte consiste en aprender y repetir las fechas de acontecimientos importantes. Claro, puedes hacer una (o varias) chuletas para consultar fechas y estadísticas durante el examen, pero si puedes aprender estos datos y recuperarlos libremente, el entorno será mucho más fácil para ti y para el profesor que te vigila.
Fragmentación:
La fragmentación es un método de memoria en el que los elementos se agrupan para facilitar su recuperación. Aunque nuestros teléfonos pueden recordar a muchos de nosotros (¿quién recuerda el número de teléfono de su pareja? ), recordar cosas como el número de identidad o una lista de compras puede ser beneficioso en la vida diaria. La fragmentación es una excelente manera de recordar a todos y ahorrar tiempo en la búsqueda de esa información si gestionas muchos proyectos o equipos en diferentes lugares. Divide las ubicaciones en secciones según el área, el departamento, el tamaño del equipo o la letra inicial; cada unidad no debe tener más de siete elementos para recordar. Intenta recordar cuántas cosas existen en cada categoría; verás que la fragmentación hace que esta información sea mucho más fácil de recordar.
Mnemotécnicos de aliteración o ortografía:
Los mnemotécnicos ortográficos, como la fragmentación, son técnicas excelentes para ayudarte a recordar listas o grupos. Simplemente escribe en mayúscula la letra inicial de cada frase para formar un acrónimo que sea más fácil de recordar que las partes individuales. ¿Has oído hablar de los objetivos SMART? ¿No es más fácil recordar las siglas los pasos (específicos, alcanzables, medibles, realista y temporal)? En profesiones como recursos humanos, logística o contabilidad, estás acostumbrados a trabajar con acrónimos, sabiendo lo que implican para una vida sencilla.
Repetición:
Repetir algo una y otra vez no solo es monótono sino también ineficiente. Se necesita tiempo para permitir que el cerebro codifique y almacene la información. ¡Por eso la repetición espacial es esencial! Según Pierce Howard, autor de The Owner’s Manual for the Brain, las actividades intensivas en el cerebro «deben propiciarse a medida que se puedan desarrollar nuevas conexiones neuronales». Haz una lista de los temas que quieres recordar la próxima vez que veas una masterclass o un seminario. Tómate un tiempo después del seminario para centrarte en otros proyectos antes de volver a tus notas y revisarlas de nuevo. Si continúas con esta práctica y le das a tu cerebro tiempo suficiente para estudiar sesiones, para codificar y almacenar el conocimiento, será mucho más probable que lo recuerde.
Rima:
La rima también puede ser una de las técnicas simples de memorización. ¡Mira las rimas infantiles! Son tan simples que hasta los niños pequeños pueden recordarlas. Ya sea que uses jingles para memorizar los valores de la tabla periódica o relacionar el nombre de un producto con los nombres de los científicos ganadores de Nobel, esto te ayudará a almacenar mejor la información. La capacidad de hacer que cualquier cosa rime no siempre surgirá, pero hará que recordar algo sea mucho más rápido.
