Es muy probable que hayas leído o escuchado la expresión CI, lo cual hace referencia a la inteligencia e intelecto de alguna persona. Expresiones tales como «lo que pasa es que tú no tienes que estudiar tanto porque tu CI es bastante alto». Y lo cierto es que las letras CI se refieren específicamente al Coeficiente Intelectual de una persona. Es común que antes de ingresar a algún instituto se le realice una prueba para identificar cuál será el desempeño académico de la misma.
Pero el CI solo constituye una pequeña medida de todas y cada una de nuestras potencialidades o capacidades como seres inteligentes. Ya que existen otros diversos tipos de intelecto o inteligencias, como la Espacial la cual consiste en la capacidad de razonar en tercera dimensión. También está la inteligencia para la música o musical, con la que podemos reconocer fácilmente ritmos, tonos e incluso cantar armoniosamente. O la inteligencia para asuntos deportivos y artísticos entre otras, como La Inteligencia Emocional de la cual te hablaremos en este artículo.
Inteligencia Emocional en Adolescentes
En la etapa de la adolescencia se experimenta un proceso de cambios en el desarrollo del individuo que busca principalmente completar la identidad del mismo. Por lo que resulta imprescindible adquirir la inteligencia emocional la cual será de mucha utilidad para una adultez exitosa. Cuando en la etapa de la niñez el individuo llega a descubrir sus capacidades y potencialidades, en la adolescencia resulta más sencillo expandirlos y potenciarlos.
Es por eso que es sumamente necesario que parte de la educación del niño y de los adolescentes se basen en ayudarlo a desarrollar su inteligencia emocional. Cuando esto forma parte regular de su formación y educación el mismo mantiene un desarrollo idóneo, saludable y fuerte en cada aspecto de su personalidad.
Inteligencia Emocional ¿Qué es?
Es la capacidad o habilidad para comprender y utilizar de forma controlada todas nuestras emociones y sentimientos, independientemente de las circunstancias existentes. En muchas ocasiones se le abrevia de la siguiente forma CE o IE. Al igual que el CI elevado puede predecir el resultado académico de un individuo, la IE puede predecir situaciones emocionales o sociales del mismo.
La inteligencia emocional nos permite desarrollar relaciones sanas y sólidas, ser perspicaces para tomar decisiones y tener una actitud positiva ante situaciones complejas o difíciles. Cuando se le ayuda al adolecente a desarrollar su IE de forma correcta este se desenvuelve eficazmente con otras personas. Lo que le permite tener buenas relaciones interpersonales, llevarse bien con las personas de su alrededor y sentir estima propia. Inclusive estudios recientes afirman que para un buen desempeño tanto laboral como escolar la IE es mucho más importante que la CI.
Claro está, muchos individuos desarrollan genéticamente o de forma natural su Inteligencia Emocional, mientras que a otros les cuesta un poco más. Pero lo cierto es que todos podemos mejorar en este aspecto de la inteligencia y desarrollarla eficazmente. Haciéndolo de la manera correcta lo podemos hacer y en el caso de los adolescentes los padres cumplen un papel importante es esto.
Formas de mejorar la inteligencia emocional
Teniendo en cuenta que la inteligencia emocional fusiona diversos tipos de habilidades. Para mejorar la misma se necesita seguir determinadas recomendaciones, tales como las desarrollaremos a continuación.
Estar consciente de las emociones
Durante el día un ser humano común puede experimentar muchos tipos de emociones, las cuales debe ser capaz de identificar y clasificar. Hay emociones que son muy breves, como la de sorpresa, otras en cambio duran un poco más. Algunas hasta podrían ser estacionarias, es decir quedarse por largo tiempo, como la tristeza o alegría. En todo caso la inteligencia emocional le permitirá al individuo determinar el tipo de emoción que experimenta y la duración de la misma.
Por ello, es recomendable a fin de que los adolescentes mejoren su IE, que estos realicen durante el día ejercicios mentales. Donde tengan como objetivo detenerse a clasificar algún tipo de emoción que sientan. Estar conscientes de la variedad de emociones que experimentan y lograr clasificar, no solo mejorarán su IE, además tendrán un mayor control sobre las mismas.
Comprender las emociones de otros
De forma natural, todo individuo trata de comprender lo sienten quienes lo rodean. Esta es una buena forma de darnos cuenta si se ha desarrollado una buena inteligencia emocional. Ya que esta nos permite determinar lo que sienten otras personas en distintas circunstancias, así como comprender el por qué experimentan esas emociones. Esta habilidad natural que puede ser desarrollada gracias a la IE, se le conoce como empatía, la cual es fundamental para poder socializar.
La empatía le permite a cada persona comprender lo que otros sienten, lo que su a vez permite expresar preocupación por otros. Esto puede conducir a una relación de amistad con dicha persona. Así como también le permite al adolecente saber cómo actuar en determinadas situaciones donde entren en juego emociones fuertes.
Por ello una buena manera de mejorar la inteligencia emocional en los adolescentes, es procurando que estos sean capaces de comprender lo que otros sienten. De esta forma podrán desarrollar un buen grado de empatía, que les permitirá entablar amistades.
Controlar las reacciones antes las emociones
Este es un ejercicio fundamental para lograr un buen desarrollo de la inteligencia emocional. Ya que todos debemos ser capaces de controlar nuestra forma de reaccionar ante distintas emociones fuertes. Es inevitable que los adolescentes experimenten durante su desarrollo todo tipo de emociones fuertes, algunos de forma más frecuente. Pero si estos desarrollan una buena IE, podrán controlar con facilidad la forma en que reaccionan a dichas emociones.Por ello una buena forma de mejorar la inteligencia emocional de un adolecente, es ayudándolo a controlar la forma en que reacciona. Sobre todo cuando está molesto, decepcionado, o triste. Se debe tener presente que una buena IE, le permite a la persona saber cómo, dónde y cuándo debe reaccionar ante una emoción fuerte. Si el adolecente no desarrolla esta capacidad, le resultará más difícil mantener buenas relaciones con otros.
